lunes, 12 de abril de 2010

En el noviazgo también se pierde la pasión


A propósito que febrero es el mes del AMOR, hemos celebrado este día bajo costumbres y creencias que se han conjugado desde los tiempos antes de Cristo, para llegar a lo que hoy conocemos como el Día de los enamorados o también llamado “San Valentín".

Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba por este tiempo la adoración al dios del amor, cuyo nombre era Eros y a quien muchos han pasado a llamar Cupido.
Sea como fuese, este santo, es el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener una novia o un novio para que les acompañe no solamente en ir al cine, pasear, bailar, sino también para formar una familia.

En esta oportunidad vamos a ver porque en el noviazgo también se puede llegar a perder la pasión. El noviazgo es fundamental y de suma importancia para la construcción de una relación. Esta es una etapa hermosa, donde las personas ensayan la convivencia en pareja y descubren sus potencialidades como futuros esposos y padres de familia. Una de las características principales es que se fundamenta en el futuro, es decir, en las posibilidades y la ilusión de la construcción de un proyecto en común. Asimismo, representa un gran reto, ya que la persona elige a alguien con quien entrelazará su destino, debiendo aprender un nuevo estilo de vida.

La elección de pareja, que por lo general se realiza en la inconsciencia debido a la nube de endorfinas, ilusiones y fantasías, se caracteriza por el enamoramiento. Es sumamente compleja y no se halla libre de influencias y complicaciones, ya que se encuentra más influida por la propia historia personal, que por las características de la persona elegida. Nos referimos a que las personas eligen a su pareja con base en los modelos de pareja que aprendieron en su familia de origen, en los conceptos de hombre y mujer construidos, y en la idea que tienen sobre ellas mismas.

Para el médico sexólogo, Luis Tabares y asesor clínico en relación de parejas, hay que tener presente que el noviazgo no se puede basar en “limeranza”, es decir, es un estado emocional surcado por la alegría y deslumbramiento, donde la emoción no me deja ver los defectos de mi pareja.

Explica el especialista, que al iniciar un noviazgo se debe tener tomar en cuenta el prototipo de mujer o hombre que se quiere tener y el para qué de esa relación. Cada persona fija su prototipo de acuerdo a mis intereses, ideología, nivel académico, social y sexual. Y el para qué? Es una pregunta fundamental que me va a permitir estar claro para qué voy a iniciar esta relación: recreativo o relacional. El primero me dejara ver si es solo para tener un noviazgo corto y sin compromiso y el segundo para establecer una relación y proyecto de vida en común.
Un noviazgo bajo la premisa de lo físico –erótico tiene una probabilidad de un fracaso. La pasión no lo es todo, existen factores importantes en la formación de un noviazgo y cuando no existe ese equilibrio se desvanece.
--¿Cómo lograr ese equilibrio?
Son tres componentes importantes y que deben unirse: Intimidad, pasión y compromiso. Está claro que las parejas pueden pasar por diferente momentos en los que pudiesen variar los tres componentes, pero se deben tener presente en el inicio del noviazgo.

Fuete: Médico Sexólogo, Asesor Clínico de pareja, Luis Tabares
Consultas: Centro Perú. Torre A piso 5 Consultorio 54
Teléfono: 2640510

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