lunes, 2 de agosto de 2010

El anciano como administrador de placer


Seguramente este es un tema que muy pocas veces se escucha hablar e incluso se puede confundir con las relaciones de parejas “40 y 20”, es decir el hombre maduro con una joven o viceversa.
Por eso hoy vamos hablar de Gerontofilia, es una parafilia, forma parte de las patologías descritas en el Manual Diagnóstico de las Enfermedades en Sexología, FLASSES, y la define como las actividades sexuales con personas ancianas, actos o fantasías, la cual constituye la especificidad fundamental. Es decir, cuando el varón o hembra se activa sexualmente sólo y únicamente con ese administrador en este caso personas ancianas.
El médico sexólogo, Carlos Quijada, señalo que las características físicas del anciano, piel arrugada, flácida, calvicie, canas e incluso el olor son vistas como atractivas para el gerontófilo que presentar dos variantes la alfamegamia cuando la atracción es por un hombre entrado en años y la matronolagnia cuando es por una mujer senil. Se puede presentar en relaciones heterosexual u homosexual.
Pero, ¿Cuándo puede un individuo sentir que es gerontófilo?
Existen pocos casos reportados acerca de esta patología, sin embargo, se hace referencias de que puede ocurrir en la adolescencia antes de la iniciación en el ejercicio de función sexual. Y lo más importante la especificidad, es decir, sólo y únicamente se activa sexualmente con un anciano u anciana.
Generalmente la persona se inicia en las relaciones sexuales con una persona mayor. Si bien, FLASSES propone 35 años de diferencia como criterio mínimo entre las personas involucradas.
Acotó el especialista que se debe reducir la diferencia de la edad, porque llega un momento en la vida sexual del gerontófilo que entra en el rango de aceptación de su condición y no lo ve como una enfermedad.
Pero si vamos a revisar sus causas, señalo el médico sexólogo que hay que mencionar:
La atracción por personas mayores proviene tal vez del porte reconfortante de los individuos maduros.
La Gerontofilia puede también derivar de la inteligencia, experiencia y calma de las personas de edad, que los hace ser capaces y estar preparados para escuchar al otro.
Puede estar asociada a una evitación de la intimidad con una persona de edad similar.
Una figura venerable es, en general, menos amenazante que una joven.
Fijación infantil a la figura del padre, tal como el complejo de Edipo.


Hasta ahora hemos visto que un hombre o una mujer pueden sentir placer sexual con un anciano, una conducta rechazada socioculturalmente, y que probablemente se pueda confundir con otras patologías.
Nos indica, el especialista, que hay que hacer el diagnostico diferencial de experiencia gerontofilica y de sintomatología psicótica.
Para esto hay que realizar el protocolo de caso del paciente que nos permite reunir el motivo de su consulta, antecedentes familiares y sociales, la historia sexual y otros.
Quijada también hizo referencia sobre la diferencia sostenida por el medico sexólogo y forense italiano, Pellegrini para quien la Gerontofilia verdadera puede ser de fascinación cuando la persona joven se siente atraída y excitada por la vieja, y de soportabilidad, cuando simplemente se acepta la situación y, de paso, se goza. Y Gerontofilia espuria: se acompañaba muchas veces de “onanismo psíquico pluralista” que no es otra cosa que pensar en cosas mejores mientras el varón o hembra cohabita con el anciano, de forma que resulte posible la excitación y la masturbación y por consiguiente el orgasmo.


Fuente consultada
Carlos Quijada, Médico sexólogo
Manual de Diagnóstico de las Enfermedades en Sexología

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