domingo, 22 de mayo de 2011

La llegada de los hijos desvanece la pasión


Cuando llegan los hijos, la mayoría de las parejas encuentran dificultad para seguir disfrutando de su sexualidad. La atención gira en torno a los hijos y se va descuidando la relación de pareja. Hay quienes experimentan baja o falta de deseo sexual a causa del nacimiento del primer hijo y, posteriormente, por el cuidado y atenciones que demandan éste y tal vez otros hijos.
Es importante tomar en cuenta que, después de la llegada de los hijos, en la pareja se da una reestructuración de la vida erótica-afectiva. A veces hay algo de erotismo y sexualidad que puede incrementarse poco a poco; no obstante, hay casos en los que se espacia o anula.
Así, las parejas que en un momento fueron muy pasionales llegan a cancelar por completo su vida íntima. O bien, algunas otras se relajan, usan algún método anticonceptivo y se dan la oportunidad de tener sexualidad más libre. Lo anterior también depende de cómo manejen la situación, es decir, si les afecta hacer ruido o tener intimidad cuando el bebé está en una habitación contigua. Asimismo, a ello se asocia el hecho de que la pareja se siga sintiendo como tal, o deje de serlo para convertirse en padres, haciendo prácticamente a un lado los vínculos eróticos.
Cuando entre los cónyuges existe compromiso, afecto, pasión y ganas de disfrutar momentos a solas, su vida sexual puede seguir siendo placentera. Y en este sentido, la presencia de los hijos no debería representar obstáculo alguno para la vida íntima. Desde luego, esto depende del nivel de confianza que se establezca con ellos; por ejemplo, se les puede explicar que papá y mamá necesitan espacios y tiempo para estar a solas.
En este sentido, es recomendable enseñar a nuestros hijos que la sexualidad es parte de la vida de todos los seres humanos, que no es sucia ni mala, y que no tiene nada de pecaminoso ni perverso. Simplemente, es una forma de expresar amor y respeto a la pareja.
Los roles de padres y de pareja no tienen por qué ser incompatibles. Por tanto, las muestras de afecto deben ser lo más frecuentes posibles para el bien de la relación, pero también para que sirva de ejemplo para los pequeños, que a su manera también gozan de sentir que sus padres forman una unidad sólida, aportándoles seguridad. Incluso, de esta manera, fomentan el aprendizaje para que ellos mismos repitan el mismo modelo cuando les toque a ellos ser pareja y padres.
Privacidad en pareja
El cambio que exige ser padres, en sus diferentes etapas, incluye el rescate de la vida sexual, búsqueda de espacios para enriquecerla y satisfacción de las necesidades.
Para estos sugerimos unos tips importantes que deben estar presentes en la pareja:
• Conciliar el amor de pareja con la maternidad y paternidad.
• Fortalecer el erotismo, sensualidad y conquista
• No dejar de experimentar y disfrutar las caricias, afecto, cercanía, diálogo, comprensión y capacidad de dar y recibir placer.
• Darse tiempo para estar solos.
• Mejorar los juegos sexuales.
• Evitar que el hijo duerma en la misma habitación.
• Encargar, algunas veces, a los hijos pequeños con familiares y amigos.

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