domingo, 27 de marzo de 2011

Cuando mi esposa o esposa deja de ser mi estimulo sexual

Hoy vamos hablar del Síndrome de disfunción Sexual de Pareja, tipo II, son las personas que consultan porque presentan incapacidad de ejercer la función sexual con su pareja habitual (cónyuge), pero no así con otra persona o personas. A la realización del autoejercicio de la función sexual (masturbación) funcionan operativamente. La instalación de este cuadro también es progresiva, por lo general hay una historia de lo que se ha llamado Discordia Marital de grado variable. Él o ella refieren temor, nerviosismo, sudoración y torpeza cuando realiza la función sexual con su pareja. Antecedentes como pérdida de atracción sexual hacia la pareja, resentimientos emocionales ´por conflictos no resueltos, infidelidad, experiencias sexuales traumáticas con la pareja entre otros se han sido reportados. Situación que puede llevar a una discordia de pareja o a la separación de la misma.
Conversamos con la Doctora Rosaura Cárdenas, coordinadora del postgrado médico de sexología del CIPPSV, para ver cuáles son los factores que pueden llevar a un individuo a presentar esta disfunción. “Este síndrome se puede presentar en parejas que tiene varios años juntas y ya uno de los miembros de la pareja es poco estimulante sexualmente como para despertar la respuesta sexual”.
Existen varios factores que se deben evaluar. El hecho de ser infiel genera un sentimiento de culpa, angustia que pueden llevar a ese varón o hembra a tener falla en su respuesta sexual. Casi siempre esa extrapareja es más joven y marca una diferencia generando mayor interés por ella.
Esta situación genera un cambio de conducta expresado en desinterés sexual hacía la pareja. Hay un precoito corto e incluso se empieza a evadir los encuentros sexuales.
Nos comenta la especialista que en el caso del hombre no le da suficiente atención a la pareja, existe un cambio tan radical que la mujer empieza a notar esa variación y se desencadena un conflicto de pareja.
Y si es el caso contrario, la mujer empieza a sentirse más amada y atendida por la extrapareja. En otras palabras, "la mujer demanda ser besada, acariciada y tocada donde más le agrade, de la forma que más le agrade y con la intensidad que más le agrade, algo que el esposo dejo de hacer desde mucho tiempo atrás".
La rutina es otro factor que afecta y conlleva al deterioro de las relaciones de parejas, por eso es fundamental que se reinvente, crear diferentes escenarios, viajes, variar posiciones, ampliar el repertorio erótico y sensual, juegos y sobretodo estar abiertos a “dar y recibir” a lo largo de la relación.
Cárdenas acotó también si la mujer o el hombre sufren de síndrome de bajo deseo, no le provocará mantener relaciones sexuales, pero su negativa no puede calificarse como una excusa más. "El bajo deseo sexual es consecuencia de causas fisiológicas, generalmente unidas a elementos psicológicos".
También hay que tomar en cuenta la frecuencia sexual puede ser alta (intimidad todos los días o interdiaria), media (una vez a la semana) y baja (cada 15 días). Si una persona elude esta posibilidad de placer durante más de dos o tres semanas, se considera que hay trastornos.
Y por último, es más gratificante la estimulación con la extrapareja, por eso se desea y se disfruta cada vez más seguido los encuentros sexuales.
La recomendación de la especialista es buscar ayuda con un profesional en el área ya que se puede complicar el cuadro y en el caso del varón se puede desarrollar una disfunción eréctil y en la mujer disfunción orgásmica y ambos una disminución en la frecuencia de funcionamiento sexual.

Fuente consultada: Dra Rosaurora Cárdenas, Médica Sexólogo
Email: rosaurorarcardenashotmail.com

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